Talcahuano*, el puerto de mi niñez, sufre este invierno más que lo habitual. Los cientos de damnificados que viven en mediaguas aprietan los dientes bajo la lluvia, el frío y el viento.
En mis recuerdos el puerto era hermoso. Bajo la dictadura fue destruido por la desidia de las autoridades y la codicia de los reyes de la harina de pescado, el grupo Angelini, entre otros. Durante años se negaron a implementar la tecnología de punta en su elaboración, para así obtener más ganancias, a costa de la salud y el bienestar de los porteños.
En invierno, cientos de niños caminábamos bajo la lluvia y el viento con unas capas café, todas iguales, y provistos de botas negras de goma, chapoteando felices en las pozas de agua.
Recuerdo el rafting que hacían los botes de papel por el río de agua que veloz corría por las cunetas en pendiente.
Estudie en una escuela pública y tuve a profesores inolvidables, como un viejo belga, que violín en ristre me hizo distinguir para siempre a Bach de Mozart y a los dos de Mendelsohn. Me enseñó también la belleza abstracta de las matemáticas.
Estuve en el Liceo Fiscal de Talcahuano, ahora con otro nombre y partido por el terremoto. Allí pasé años mirando por la ventana el mar y el cielo, mientras a lo lejos sonaba monocorde la voz de un maestro malo, que nos leía el libro de historia de Francisco Frías Valenzuela.
Otros, en cambio, como Judith Romo y Estanislao Montoya me inculcaron democracia y civilidad. Recuerdo la ironía fina de Wenceslao Barrera, el “pelao” Barrera, como le decíamos, con la irreverencia de los que veíamos la calvicie como un mal demasiado lejano.
A la salida de clases recorría la playa entre la plazoleta María Isabel y el Morro. En la playa hice mis primeras experiencias científicas, extrayendo la pluma y la tinta de las jibias que se varaban para luego escribir en los cuadernos del colegio.
La prueba de valor era bordear el Morro por su parte más peligrosa. Agarrado de manos pies y dientes, había que avanzar escalando, mientras treinta metros más abajo la espuma del mar y las rocas miraban impávidas nuestras arriesgadas maniobras infantiles.
Llovía mucho en Talcahuano en esos tiempos, pero luego, como de milagro, aparecía el sol y unas nubes gordas, blancas y caprichosas, que iban rápidas por sus caminos en el cielo. De espalda, sobre una roca húmeda, trataba de encontrar figuras y caras en ellas. Así como en la película Amélie, pero donde la pantalla era el cielo entero.
28 de julio de 2010
* Importante puerto pesquero de Chile
miércoles, 28 de julio de 2010
martes, 20 de julio de 2010
ENERGIAS LIMPIAS Y SUSTENTABLES
El 67.6 por ciento de los chilenos no quiere que se construyan centrales nucleares en el país. Este porcentaje sube al 74.2 por ciento, si se considera exclusivamente la opinión de las mujeres
Impactante es que el 84 por ciento de los chilenos prefiere que las energías que el país use sean limpias y no contaminen, antes de que sean baratas.
Alegría causan estos resultados del “Estudio de percepciones ciudadanas sobre energía nuclear” encargado por el Ministerio de Energía y dados a conocer hace un par de días, porque muestran el avance de la conciencia nacional sobre los graves riesgos que conlleva la energía nuclear.
Constituyen, además, un buen tapaboca al variopinto lobby atómico criollo que aboga con ligereza por la energía nuclear, sin mencionar las enormes posibilidades que ofrecen las energías renovables no convencionales. Digo variopinto, porque allí se juntan ex altos jefes militares, senadores de todos los pelajes, incluso socialista, hasta uno que otro ex ministro de la Concertación
La radiación solar en el norte de Chile, en un metro cuadrado, alcanza cerca de 2850 Kwh. por día. Si. Leyó bien. En un metro cuadrado por día. Esto equivale al consumo de electricidad anual de una familia de cuatro personas.
Hoy operan en los desiertos del mundo, centrales termo solares que generan electricidad a escala industrial. La tecnología concentra la radiación solar para producir vapor o aire caliente, el que impulsa una turbina convencional que acciona un generador. Para ello utiliza una gran cantidad de espejos que siguen al sol, concentrando su calor en un punto o una tubería y calentando un fluido a grandes temperaturas (entre 300 y 1000 grados Celsius).
En el norte hay miles de kilómetros cuadrados apropiados para instalar estas centrales, que generan empleos y actividad económica, ya que la infraestructura de soporte es de producción local, lo que puede constituir hasta un 60% del valor del proyecto.
Está también la generación eléctrica eólica, que experimenta un rápido crecimiento y surge como una alternativa rentable y viable. A principios del 2009, la capacidad instalada en Chile era de 20 mega vatios (MW). Este año operan seis proyectos con una capacidad de cerca de 170 MW, mientras otras iniciativas, por más de 2.000 MW, están en evaluación ambiental.
La energía solar, la eólica, las pequeñas centrales hidráulicas, la biomasa y la geotermia ofrecen una matriz energética sustentable. Es decir: pasar de la alta dependencia de combustibles no renovables y contaminantes (petróleo, gas natural, carbón) que tenemos hoy a un autoabastecimiento, diversificado y limpio basado en los recursos energéticos renovables.
20 de julio de 2010
Impactante es que el 84 por ciento de los chilenos prefiere que las energías que el país use sean limpias y no contaminen, antes de que sean baratas.
Alegría causan estos resultados del “Estudio de percepciones ciudadanas sobre energía nuclear” encargado por el Ministerio de Energía y dados a conocer hace un par de días, porque muestran el avance de la conciencia nacional sobre los graves riesgos que conlleva la energía nuclear.
Constituyen, además, un buen tapaboca al variopinto lobby atómico criollo que aboga con ligereza por la energía nuclear, sin mencionar las enormes posibilidades que ofrecen las energías renovables no convencionales. Digo variopinto, porque allí se juntan ex altos jefes militares, senadores de todos los pelajes, incluso socialista, hasta uno que otro ex ministro de la Concertación
La radiación solar en el norte de Chile, en un metro cuadrado, alcanza cerca de 2850 Kwh. por día. Si. Leyó bien. En un metro cuadrado por día. Esto equivale al consumo de electricidad anual de una familia de cuatro personas.
Hoy operan en los desiertos del mundo, centrales termo solares que generan electricidad a escala industrial. La tecnología concentra la radiación solar para producir vapor o aire caliente, el que impulsa una turbina convencional que acciona un generador. Para ello utiliza una gran cantidad de espejos que siguen al sol, concentrando su calor en un punto o una tubería y calentando un fluido a grandes temperaturas (entre 300 y 1000 grados Celsius).
En el norte hay miles de kilómetros cuadrados apropiados para instalar estas centrales, que generan empleos y actividad económica, ya que la infraestructura de soporte es de producción local, lo que puede constituir hasta un 60% del valor del proyecto.
Está también la generación eléctrica eólica, que experimenta un rápido crecimiento y surge como una alternativa rentable y viable. A principios del 2009, la capacidad instalada en Chile era de 20 mega vatios (MW). Este año operan seis proyectos con una capacidad de cerca de 170 MW, mientras otras iniciativas, por más de 2.000 MW, están en evaluación ambiental.
La energía solar, la eólica, las pequeñas centrales hidráulicas, la biomasa y la geotermia ofrecen una matriz energética sustentable. Es decir: pasar de la alta dependencia de combustibles no renovables y contaminantes (petróleo, gas natural, carbón) que tenemos hoy a un autoabastecimiento, diversificado y limpio basado en los recursos energéticos renovables.
20 de julio de 2010
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domingo, 11 de julio de 2010
CORAZÓN CELESTE
Uruguay ganó en este mundial de fútbol. No es que sea el campeón, como lo fue en el año 1930 y 1950, pero en el corazón de la gente son unos gigantes.
No fueron cuartos, fueron imponentes, asombrosos.
Tienen razón las calles de Montevideo de llenarse de orgullo. Son los sudamericanos que más ascendieron en esta competencia mundial. Mandaron para la casa a los franceses, a Sudáfrica, el anfitrión del torneo y a Ghana, el último de los equipos africanos en competencia.
Llegaron más lejos que los brasileños y que los argentinos de Maradona.
Los últimos 10 minutos del partido con Holanda, cuando los uruguayos tuvieron la oportunidad de ir al alargue, fueron sin duda de los más emocionantes de este campeonato mundial.
Y esa lucha por el tercer lugar con Alemania. Es cierto que perdieron 3 a 2, pero lo hicieron arrinconando al rival en su propio terreno, hasta el último segundo del partido. Como tiritaban los germanos con cada contraataque charrúa.
Dejaron el alma en la cancha. Como olvidar esa pelota de Diego Forlán, que casi parte el travesaño en dos, cuando el arquero alemán no alcanzaba ni a rozarla.
Eran la Cenicienta de los seleccionados, el Pulgarcito sudamericano pero terminaron transformados en un David. Simbólico porque estamos hablando de un país que sólo tiene tres millones y medio de habitantes.
11 de julio de 2010
No fueron cuartos, fueron imponentes, asombrosos.
Tienen razón las calles de Montevideo de llenarse de orgullo. Son los sudamericanos que más ascendieron en esta competencia mundial. Mandaron para la casa a los franceses, a Sudáfrica, el anfitrión del torneo y a Ghana, el último de los equipos africanos en competencia.
Llegaron más lejos que los brasileños y que los argentinos de Maradona.
Los últimos 10 minutos del partido con Holanda, cuando los uruguayos tuvieron la oportunidad de ir al alargue, fueron sin duda de los más emocionantes de este campeonato mundial.
Y esa lucha por el tercer lugar con Alemania. Es cierto que perdieron 3 a 2, pero lo hicieron arrinconando al rival en su propio terreno, hasta el último segundo del partido. Como tiritaban los germanos con cada contraataque charrúa.
Dejaron el alma en la cancha. Como olvidar esa pelota de Diego Forlán, que casi parte el travesaño en dos, cuando el arquero alemán no alcanzaba ni a rozarla.
Eran la Cenicienta de los seleccionados, el Pulgarcito sudamericano pero terminaron transformados en un David. Simbólico porque estamos hablando de un país que sólo tiene tres millones y medio de habitantes.
11 de julio de 2010
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martes, 6 de julio de 2010
LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES
Confieso que fui a ver la película con la desconfianza típica de todos los que han leído un buen libro, que después es llevado a la pantalla grande. Leído es sólo un decir. El invierno pasado devoré en una semana la trilogía Millennium. Dos mil quinientas páginas de novela negra, escrita en un estilo maestro, que me mantuvo en vela hasta la madrugada.
Cuando cerré la última página, me embargó una pena por la muerte temprana de Stieg Larsson, periodista, de los que hacen falta. Es decir, de los que se comprometen contra todo tipo de violencia que existe en este mundo. Y que además escriben bien.
Luego me dio un ataque de furia, cuando nuestro perro Bongo, se comió la tapa y las primeras páginas de “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”. Lo habría estrangulado con mis manos, como acostumbraba a hacer Ronald Niedermann, el gigante rubio, pero me acordé de que era el regalo de cumpleaños de mi hija Loulou.
Volviendo a la película no me decepcionó para nada. Retrata bastante bien lo que Larsson escribió. La remota isla del norte de Suecia destila esa belleza silenciosa, blanca y fría de la novela.
También está bien logrado, en su tristeza y fragilidad, el anciano y millonario tío, que quiere saber que pasó con su sobrina desaparecida y posiblemente asesinada, hace 36 años.
Y sobre todo Lisbeth Salander, oscura, no sólo de ropas, joven y de una inteligencia superior. Una flaca gótica, rayana en la anoréxia, tatuada, que irradia con su mirada la inmensa desconfianza que siente frente a los hombres.
Una historia que te lleva a los secretos de una familia poderosa, en un argumento lleno de asesinatos, perversiones sexuales, engaños financieros, pasiones y odios xenofóbico. Y también, una cierta frágil y dulce historia de amor entre Lisbeth y Mikael Blomkvist, el periodista detective.
Ahora anuncian en los cines santiaguinos la segunda parte de la trilogía. Creo que esta vez me arrellanaré en la butaca con menos desconfianza.
6 de julio de 2010
Cuando cerré la última página, me embargó una pena por la muerte temprana de Stieg Larsson, periodista, de los que hacen falta. Es decir, de los que se comprometen contra todo tipo de violencia que existe en este mundo. Y que además escriben bien.
Luego me dio un ataque de furia, cuando nuestro perro Bongo, se comió la tapa y las primeras páginas de “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”. Lo habría estrangulado con mis manos, como acostumbraba a hacer Ronald Niedermann, el gigante rubio, pero me acordé de que era el regalo de cumpleaños de mi hija Loulou.
Volviendo a la película no me decepcionó para nada. Retrata bastante bien lo que Larsson escribió. La remota isla del norte de Suecia destila esa belleza silenciosa, blanca y fría de la novela.
También está bien logrado, en su tristeza y fragilidad, el anciano y millonario tío, que quiere saber que pasó con su sobrina desaparecida y posiblemente asesinada, hace 36 años.
Y sobre todo Lisbeth Salander, oscura, no sólo de ropas, joven y de una inteligencia superior. Una flaca gótica, rayana en la anoréxia, tatuada, que irradia con su mirada la inmensa desconfianza que siente frente a los hombres.
Una historia que te lleva a los secretos de una familia poderosa, en un argumento lleno de asesinatos, perversiones sexuales, engaños financieros, pasiones y odios xenofóbico. Y también, una cierta frágil y dulce historia de amor entre Lisbeth y Mikael Blomkvist, el periodista detective.
Ahora anuncian en los cines santiaguinos la segunda parte de la trilogía. Creo que esta vez me arrellanaré en la butaca con menos desconfianza.
6 de julio de 2010
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domingo, 27 de junio de 2010
LOS SEMBRADORES DEL MIEDO
Aunque parezca increíble una niña figura en la lista de sospechosos de terrorismo, elaborada por el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Alyssa Thomas, de escasos 6 años, está en la nómina de personas que no pueden subirse a un avión por tener posibles o probados vínculos con terroristas.
El caso sería digno de la risa, sino reflejara lo patético de la sociedad estadounidense enferma de miedo.
Sus gobernantes son expertos en asustar a sus propios ciudadanos. Bush después del 11 de septiembre fue un maestro en la manipulación, elaborando mentiras tras mentiras sobre las armas secretas de los árabes furiosos que podían destruir al país. El único propósito era invadir Irak y apropiarse de su petróleo. Mal que mal estamos hablando de la nación que tiene la segunda mayor reserva petrolera del planeta.
También en Chile hay propagadores del miedo. Los que repiten cada semana que la delincuencia nos desborda. Que Santiago es cada vez más una ciudad insegura.
Simplemente no es así, pero decirlo una y otra vez genera esa sensación, favorece la sospecha del uno sobre el otro, destruye la confianza y la seguridad, fomenta la reja y el candado.
En los medios de comunicación, especialmente en la televisión, el miedo se vende muy bien. En Chile vivimos en una de las sociedades más seguras del continente, pero cada noche los noticieros nacionales nos quieren demostrar lo contrario.
Los periódicos, especialmente El Mercurio, no se quedan atrás en difundir cada cierto tiempo encuestas de oscuro origen y desconocida metodología, que hablan del miedo que tienen los chilenos de ser asaltados, robados, golpeados o violados.
Paz Ciudadana*, una organización que recuerda el "1984" de Orwell, donde el Ministerio de la Paz persigue la guerra, y el del Amor, el odio, se especializa también en asustarnos y fomentar la inseguridad y la desconfianza entre nosotros.
Sembrar el miedo, propagar el temor en una sociedad, ha sido siempre el modo más eficaz para mantener un estado de sumisión, que muchas veces se asemeja a la esclavitud. Si no, recordemos nuestro pasado cercano, cuando la dictadura, provocaba el terror para mantenerse en el poder.
28 de junio de 2010
*Fundación dirigida por el empresario Agustin Edwards, dueño de El Mercurio e importante conspirador en los 70 contra el gobierno de Salvador Allende
El caso sería digno de la risa, sino reflejara lo patético de la sociedad estadounidense enferma de miedo.
Sus gobernantes son expertos en asustar a sus propios ciudadanos. Bush después del 11 de septiembre fue un maestro en la manipulación, elaborando mentiras tras mentiras sobre las armas secretas de los árabes furiosos que podían destruir al país. El único propósito era invadir Irak y apropiarse de su petróleo. Mal que mal estamos hablando de la nación que tiene la segunda mayor reserva petrolera del planeta.
También en Chile hay propagadores del miedo. Los que repiten cada semana que la delincuencia nos desborda. Que Santiago es cada vez más una ciudad insegura.
Simplemente no es así, pero decirlo una y otra vez genera esa sensación, favorece la sospecha del uno sobre el otro, destruye la confianza y la seguridad, fomenta la reja y el candado.
En los medios de comunicación, especialmente en la televisión, el miedo se vende muy bien. En Chile vivimos en una de las sociedades más seguras del continente, pero cada noche los noticieros nacionales nos quieren demostrar lo contrario.
Los periódicos, especialmente El Mercurio, no se quedan atrás en difundir cada cierto tiempo encuestas de oscuro origen y desconocida metodología, que hablan del miedo que tienen los chilenos de ser asaltados, robados, golpeados o violados.
Paz Ciudadana*, una organización que recuerda el "1984" de Orwell, donde el Ministerio de la Paz persigue la guerra, y el del Amor, el odio, se especializa también en asustarnos y fomentar la inseguridad y la desconfianza entre nosotros.
Sembrar el miedo, propagar el temor en una sociedad, ha sido siempre el modo más eficaz para mantener un estado de sumisión, que muchas veces se asemeja a la esclavitud. Si no, recordemos nuestro pasado cercano, cuando la dictadura, provocaba el terror para mantenerse en el poder.
28 de junio de 2010
*Fundación dirigida por el empresario Agustin Edwards, dueño de El Mercurio e importante conspirador en los 70 contra el gobierno de Salvador Allende
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miércoles, 23 de junio de 2010
LAS BALLENAS RESPIRAN… PERO NO SE RELAJAN
La primera vez que me topé con una ballena fue en playa Trana, en Arauco, cerca de Punta Lavapié. Eran mis tiempos de socio activo del CODEFF*.
Se trataba nada menos que de una Eubalaena australis, vulgo ballena Franca, acompañada de su cría. Incluso la toqué. No voy a caer en la cursilería de decir que fue la experiencia más emocionante de mi vida. Más bien fue como hacerle cariño a una vaca. Es la sensación que me dejó.
Aprendí mucho de las ballenas en esos tiempo, gracias sobre todo a mi amigo Juan Carlos Cárdenas, estudioso de esos animalotes.
Con esos recuerdos en la cabeza, me alegro del fracaso, en la conferencia de la Comisión Ballenera Internacional, del siniestro plan impulsado por Japón, Islandia y Noruega de reabrir la caza comercial con una cuota de 1400 animales anuales por una década.
Es un pequeño triunfo, a pesar de que Japón, según denunció el periódico inglés Sunday Times, compró votos de delegados para levantar esta prohibición.
Desgraciadamente, la conferencia que tuvo lugar en Marruecos, en la que participan 88 países, no pudo ponerse de acuerdo en un punto esencial: la prohibición a las exportaciones de carne de ballena. Sin permiso de exportación el negocio no es rentable, sobre todo para Islandia, que vende gran parte de sus capturas al Japón, principal mercado comprador.
Las ballenas no pueden relajarse. Aunque no haya caza comercial, no pueden estar tranquilas. Japón, Noruega e Irlanda siguen con la autorización de seguir arponeando cada año 1.500 cetáceos con el subterfugio de que es para “fines científicos”.
23 de junio de 2010
*Comité Nacional pro Defensa de la Fauna y la Flora, organización chilena
Se trataba nada menos que de una Eubalaena australis, vulgo ballena Franca, acompañada de su cría. Incluso la toqué. No voy a caer en la cursilería de decir que fue la experiencia más emocionante de mi vida. Más bien fue como hacerle cariño a una vaca. Es la sensación que me dejó.
Aprendí mucho de las ballenas en esos tiempo, gracias sobre todo a mi amigo Juan Carlos Cárdenas, estudioso de esos animalotes.
Con esos recuerdos en la cabeza, me alegro del fracaso, en la conferencia de la Comisión Ballenera Internacional, del siniestro plan impulsado por Japón, Islandia y Noruega de reabrir la caza comercial con una cuota de 1400 animales anuales por una década.
Es un pequeño triunfo, a pesar de que Japón, según denunció el periódico inglés Sunday Times, compró votos de delegados para levantar esta prohibición.
Desgraciadamente, la conferencia que tuvo lugar en Marruecos, en la que participan 88 países, no pudo ponerse de acuerdo en un punto esencial: la prohibición a las exportaciones de carne de ballena. Sin permiso de exportación el negocio no es rentable, sobre todo para Islandia, que vende gran parte de sus capturas al Japón, principal mercado comprador.
Las ballenas no pueden relajarse. Aunque no haya caza comercial, no pueden estar tranquilas. Japón, Noruega e Irlanda siguen con la autorización de seguir arponeando cada año 1.500 cetáceos con el subterfugio de que es para “fines científicos”.
23 de junio de 2010
*Comité Nacional pro Defensa de la Fauna y la Flora, organización chilena
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miércoles, 16 de junio de 2010
“EL QUE ESTÉ LIBRE DE PECADOS QUE LANCE LA PRIMERA PIEDRA"
La solidaridad es una palabra que no existe entre las empresas petroleras. Todas hacen leña de la británica BP, responsable del mayor derrame de petróleo en la historia
En las sesiones indagatorias del Congreso de los Estados Unidos, para discutir la tragedia del Golfo de México, los ejecutivos de Exxon, Chevron, Shell, entre otras multinacionales, coincidieron en que la marea negra era evitable, si se hubiesen respetado las normativas que se estipulan.
O sea, ninguna le puso la fianza a la BP
Según la agencia Reuter, el más duro fue el jefe de la Exxon, Rex Tillerson, quién acusó que los procedimientos utilizados por BP estaban lejos de los estándares de seguridad para perforaciones en mar profundo.,
“El que esté libre de pecados que lance la primera piedra“, fue la frase de Jesús para impedir que los fariseos apedrearan a una mujer adúltera.
Ninguna de las grandes petroleras del mundo está libre de pecados como para andar apedreando a una compañera.
Todas han ocasionando grandes accidentes en el planeta. Y nada aseguran que no lo sigan haciendo en el futuro.
Superaría ampliamente estas líneas entregar el total de tropelías que cometen a diario. Sólo a modo de ejemplo:
La estadounidense Chevron es responsable de la contaminación en la Amazonía ecuatoriana, a través de la Texaco, empresa adquirida por ella. Hoy enfrenta un juicio por 27 mil millones de dólares, acusada de contaminar las tierras y los ríos, envenenar el ganado y afectar la salud de las personas a través de perforaciones irresponsable en la selva tropical.
Chevron se caracteriza además por invertir en proyectos petroleros arenosos, el más sucio de los petróleos. Su extracción significa cinco veces más emisiones de CO2, que un proyecto normal, favoreciendo con ello la intensidad del llamado efecto invernadero.
El currículo ambiental de Total, la firma francesa tampoco es muy agradable.
En 1999, el hundimiento del tanque Erika, frente a las costas bretonas, produjo una marea negra de más de 20 mil toneladas de petróleo. A causa de la contaminación murieron miles de aves y animales marinos.
A eso se suman innumerables acusaciones de corrupción, apoyo a la dictadura militar en Burma, unido a violaciones de los derechos humanos. Coimas en Irak, en el llamado proyecto Petróleo por Alimentos. Negocios sucios en países como Sudan, Irán y Libia
La Exxon Mobil, de los Estados Unidos, que hoy levanta un dedo acusador, también tiene tejado de vidrio. Basta recordar la peste negra que ocasionó la Exxon Valdez en 1989. La segunda catástrofe ambiental petrolera más grande en la historia.
No es sin embargo, su único accidente. El 2006 infiltró bencina en las napas de agua de la localidad estadounidense de Jacksonville, debiendo pagar una multa de 150 millones de dólares.
Y para no buscar tan lejos, en enero de este año, vaciaron 1, 7 millones de litros de petróleos en el río Sabine que pasa junto a la ciudad Port Arthur, al este de Houston
Por supuesto, que todos estos hechos no mejoran la reputación de la BP de Gran Bretaña, responsable de la actual catástrofe en el Golfo de México.
Después de dos meses aún no es capaz de de sellar el escape de petróleo
Al record de hoy, suma el que ya tenía: la mayor multa en la historia por falta de seguridad en sus operaciones, que hace cinco años en una explosión, costó la vida de 15 trabajadores y dejó heridos a más de 150 en una refinería de Texas.
Más grave aún, son sus responsabilidades en violaciones a los derechos humanos en Colombia, donde indígenas denuncian la expulsión violenta e ilegal de sus tierras y acusan a la empresa de haber cometido por lo menos nueve mil asesinatos.
16 de junio de 2010
En las sesiones indagatorias del Congreso de los Estados Unidos, para discutir la tragedia del Golfo de México, los ejecutivos de Exxon, Chevron, Shell, entre otras multinacionales, coincidieron en que la marea negra era evitable, si se hubiesen respetado las normativas que se estipulan.
O sea, ninguna le puso la fianza a la BP
Según la agencia Reuter, el más duro fue el jefe de la Exxon, Rex Tillerson, quién acusó que los procedimientos utilizados por BP estaban lejos de los estándares de seguridad para perforaciones en mar profundo.,
“El que esté libre de pecados que lance la primera piedra“, fue la frase de Jesús para impedir que los fariseos apedrearan a una mujer adúltera.
Ninguna de las grandes petroleras del mundo está libre de pecados como para andar apedreando a una compañera.
Todas han ocasionando grandes accidentes en el planeta. Y nada aseguran que no lo sigan haciendo en el futuro.
Superaría ampliamente estas líneas entregar el total de tropelías que cometen a diario. Sólo a modo de ejemplo:
La estadounidense Chevron es responsable de la contaminación en la Amazonía ecuatoriana, a través de la Texaco, empresa adquirida por ella. Hoy enfrenta un juicio por 27 mil millones de dólares, acusada de contaminar las tierras y los ríos, envenenar el ganado y afectar la salud de las personas a través de perforaciones irresponsable en la selva tropical.
Chevron se caracteriza además por invertir en proyectos petroleros arenosos, el más sucio de los petróleos. Su extracción significa cinco veces más emisiones de CO2, que un proyecto normal, favoreciendo con ello la intensidad del llamado efecto invernadero.
El currículo ambiental de Total, la firma francesa tampoco es muy agradable.
En 1999, el hundimiento del tanque Erika, frente a las costas bretonas, produjo una marea negra de más de 20 mil toneladas de petróleo. A causa de la contaminación murieron miles de aves y animales marinos.
A eso se suman innumerables acusaciones de corrupción, apoyo a la dictadura militar en Burma, unido a violaciones de los derechos humanos. Coimas en Irak, en el llamado proyecto Petróleo por Alimentos. Negocios sucios en países como Sudan, Irán y Libia
La Exxon Mobil, de los Estados Unidos, que hoy levanta un dedo acusador, también tiene tejado de vidrio. Basta recordar la peste negra que ocasionó la Exxon Valdez en 1989. La segunda catástrofe ambiental petrolera más grande en la historia.
No es sin embargo, su único accidente. El 2006 infiltró bencina en las napas de agua de la localidad estadounidense de Jacksonville, debiendo pagar una multa de 150 millones de dólares.
Y para no buscar tan lejos, en enero de este año, vaciaron 1, 7 millones de litros de petróleos en el río Sabine que pasa junto a la ciudad Port Arthur, al este de Houston
Por supuesto, que todos estos hechos no mejoran la reputación de la BP de Gran Bretaña, responsable de la actual catástrofe en el Golfo de México.
Después de dos meses aún no es capaz de de sellar el escape de petróleo
Al record de hoy, suma el que ya tenía: la mayor multa en la historia por falta de seguridad en sus operaciones, que hace cinco años en una explosión, costó la vida de 15 trabajadores y dejó heridos a más de 150 en una refinería de Texas.
Más grave aún, son sus responsabilidades en violaciones a los derechos humanos en Colombia, donde indígenas denuncian la expulsión violenta e ilegal de sus tierras y acusan a la empresa de haber cometido por lo menos nueve mil asesinatos.
16 de junio de 2010
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